Quiero compartir con vosotros un artículo que a más de uno debería...
Lo que dice de ti la basura que tiras
¿Alguna vez has probado a observar detenidamente la basura que tiras? Papeles viejos, publicidades, envases, etc…ahí están representados todos nuestros hábitos y nuestros gustos. Los desechos materiales hablan de nosotros mismos, de nuestros hábitos y de nuestra capacidad de despojarnos de lo que no nos sirve.
Estos residuos generados en el hogar o en la oficina son la consecuencia de las actividades que realizamos a diario: la publicidad que nos atrajo, el envase de comida que nos gusta, la comida que se venció porque no la comimos, el trabajo que terminamos, la dirección que ya no necesitamos.
Se incluyen también en esta categoría los residuos que se generan en un periodo de tiempo mayor, por ejemplo, aparatos eléctricos y electrónicos que ya no usamos; la ropa vieja o los vestidos y accesorios que ya no nos están bien; las pilas agotadas; los cargadores de los viejos móviles; los acumuladores; los muebles de la tía, de la abuela, de tu madre, del casamiento y los del living que renovamos y siguen ahí en el altillo o en el sótano, los escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria; las lapiceras y cuadernos que están usados por la mitad, etc.
Todo esto nos pesa y nos impide tener el espacio físico vacío para nuevas cosas. Además, la seguridad y la higiene de nuestra oficina o de nuestro hogar ayuda a que se reduzcan los riesgos de accidentes, se disminuyan las alergias y se incremente la cantidad de espacio a disposición que tenemos para operar.
Un espacio limpio y luminoso también genera un sentido de bienestar y de pertenencia, ya que pasamos casi todo el día en nuestra oficina o en nuestra casa. El automóvil también debe ser considerado dentro de nuestro espacio. La limpieza del automóvil, la eliminación de pelos de animal, trozos de papel, etc. y un buen aroma en su interior, harán nuestros viajes más agradables.
Lo que no somos capaces de tirar y lo que tiramos a diario refleja quienes somos, donde invertimos nuestro tiempo y cuáles son nuestros hábitos. La relación con nuestros desechos dice mucho de nosotros mismos. Para conocer lo que nos cuenta la basura de nosotros mismos y de nuestro hábitat, es necesario hacernos algunas preguntas:
- ¿Qué tipo de basura hay en mi cesto? Tipo de alimentos, medicamentos, vestidos, papeles, etc.
- ¿Hago la recolección diferenciada de la basura o la tiro en el mismo cesto para “hacer más rápido”?
- ¿Hay cosas que tendría que tirar y no lo hago porque pienso que quizá me sirvan en algún momento?
- ¿Cuánto tiempo dedico a hacer la limpieza del ambiente en donde vivo? ¿Cuántas veces al mes controlo la fecha de vencimiento de los productos que tengo en mi nevera?
- ¿Dedico tiempo a semanal o quincenalmente a poner orden y tirar lo que no me sirve?
Estas son sólo algunas preguntas que tendríamos que hacernos a menudo para comenzar a poner un poco de claridad y orden material en nuestra casa y en nuestra oficina. Del orden material, podremos pasar fácilmente a tener un mayor orden mental y más tiempo para realizar las actividades.
Muchas veces queremos poner orden a nuestra vida y comenzamos con el orden mental. Nos apuntamos buenos propósitos en la agenda y nos quedamos tranquilos que “la edad del orden” en nuestra vida ha comenzado. Desgraciadamente, después de un tiempo, descubrimos que no es así. El tan anhelado “orden” fue sólo un sueño…
Comencemos por lo práctico y concreto. El cambio comienza cuando lo hacemos. Si observamos nuestra basura podremos poner orden en:
Nuestra dieta: porque nos daremos cuenta qué comemos y en qué cantidad. Y con esta información podremos diversificar y balancear la dieta.
Nuestro armario: porque si en nuestra basura no hay prendas de vestir cuando cambia la temporada significa que no estamos renovando el vestuario.
Nuestro botiquín: porque veremos que medicamentos usamos con y sin prescripción médica y en qué cantidad. Además, podremos plantearnos el porqué necesitamos usarlos aún.
Y la lista puede continuar…¿te animas a seguir pensando?
Además, el modo en que nos relacionamos con la basura demuestra si somos ansiosos, distraídos, meticulosos, compradores compulsivos, etc.
Te animo a que hoy mismo comiences a ser consciente de las cosas que tiras a la basura y que desde la observación puedas llevar a un cambio de hábitos y al tan deseado orden mental e interior.
Una vez logrado el orden material, podrás comenzar a plantearte una limpieza mental…qué cosas tengo siempre pendientes, qué cosas quisiera realizar pero nunca tengo tiempo, etc.