19 enero, 2016

TODO EN LA VIDA PASA, CAMBIA, SE TRANSFORMA. EVOLUCIONA

Todo en la vida pasa, cambia, se transforma y/o evoluciona. Cambiamos nosotros? Cambia el entorno? Cambiamos nosotros porque el entorno cambia? Significa cambio  =  evolución? Durante los talleres que imparto a través de todo el país defiendo la teoría de que constantemente cambiamos porque el entorno evoluciona. Alguien, algo o "alguienes" de forma voluntaria o de forma totalmente fortuita provoca ese cambio, un cambio que de cada vez es más rápido, más intenso, más potente...  Igual me estoy haciendo mayor y siempre ha sido así. Igual no...

Como todo cambia y/o evoluciona, este blog cambiará el nombre para seguir fiel a mí idea de las cosas. No pretendo que sea mejor, ni peor, solo será diferente, o evolucionado o...  Intentaré tratar los temas que más me llaman la atención, los que los asistentes a mis talleres me trasladan, noticias de interés y alguna teoría absurda. siempre dentro del entorno turístico actual y sin dejar de lado la Calidad Hotelera Moderna. 


15 enero, 2016

LA ENFERMEDAD DE ESTAR OCUPADO

Comparto con vosotros un artículo del MAGAZINE "Al Gluten Buena Cara" que he utilizado durante todo el 2015 como reflexión en los talleres que hemos llevado a cabo por toda España. Os recomiendo su asimilación y reflexión, Igual os ayuda un pelín a ser más felices ;-) 

"Hace unos días me encontré con una buena amiga. Me detuve para preguntarle qué tal le iba y saber cómo estaba su familia. Puso los ojos en blanco, miró hacia arriba y en voz baja suspiró: “Estoy muy ocupada… muy ocupada… demasiadas cosas ahora mismo.”
Poco después, le pregunté a otro amigo y le pregunté qué tal estaba. De nuevo, con el mismo tono, la misma respuesta: “Estoy muy ocupado, tengo mucho que hacer.”
Se le notaba cansado, incluso exhausto.
Y no sólo nos pasa a los adultos. Cuando nos mudamos hace diez años, estábamos emocionados por cambiarnos a una ciudad con buenos colegios. Encontramos un buen vecindario con mucha diversidad de gente y muchas familias. Todo estaba bien.
Después de instalarnos, visitamos a uno de nuestros amables vecinos y les preguntamos si nuestras hijas podrían conocerse y jugar juntas. La madre, una persona realmente encantadora, cogió su teléfono y empezó a mirar la agenda. Pasó un rato deslizando la pantalla y al final dijo: “Tiene un hueco de 45 minutos en las próximas dos semanas. El resto del tiempo tiene gimnasia, piano y clases de canto. Está muy ocupada.”
Los hábitos destructivos empiezan pronto, muy pronto.
¿Cómo hemos terminado viviendo así? ¿Por qué nos hacemos esto a nosotros mismos? ¿Por qué se lo hacemos a nuestros hijos? ¿Cuándo se nos olvidó que somos “seres” humanos y no “haceres” humanos?
¿Qué pasó con el mundo en el que los niños se ensuciaban con barro, lo ponían todo perdido y a veces se aburrían? ¿Tenemos que quererlos tanto como para sobrecargarlos de tareas y hacerles sentir tan estresados como nosotros?  Seguir leyendo